El auge del coworking en México: Un modelo que trasciende espacios

agosto 6, 2025

Un crecimiento tangible y sostenido

  • Al cerrar el segundo semestre de 2024, México contaba con aproximadamente 390,000 m² dedicados a coworking, con una expansión anual promedio de 50,000 m² desde 2010.
  • La Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara concentran cerca del 90 % de este inventario.
  • En la capital, hay alrededor de 287 espacios de coworking: 98 corporativos, 142 tradicionales y 47 especializados. Se proyecta un crecimiento anual del 17 % para 2025.

Transformación postpandemia: hacia lo híbrido y flexible

  • La pandemia aceleró el paso hacia modelos híbridos: antes del COVID-19, más del 80 % trabajaba presencialmente; hoy, más del 60 % lo hace de forma híbrida.
  • WeWork reportó que en el primer semestre de 2023 su ocupación creció un 15 %, alcanzando el 70 % en promedio; más del 60 % de sus edificios superan el 85 % de ocupación.
  • La Asociación Mexicana de Coworkings (Amxco) prevé un crecimiento del inventario de 6 a 8 % para finales de 2025, incluso ante cierta cautela económica.

Un impulsor de eficiencia e innovación

  • Este modelo ofrece ahorro en costos operativos, flexibilidad contractual (meses en lugar de años) y oportunidades de colaboración entre profesionales.
  • En zonas como Polanco (21 %), Condesa‑Roma (19 %), Reforma (15 %), Santa Fe (12 %) y Del Valle (9 %), la presencia de coworking contribuye a la revitalización urbana y al rescate arquitectónico.
  • Un estudio apunta que un 37 % de crecimiento promedio anual se da en la CDMX.

Tendencias emergentes que marcan rumbo

  • Coworking especializado: espacios diseñados para sectores específicos.
  • Inversión tecnológica: edificios inteligentes, apps y soluciones digitales personalizadas.
  • Coworking vacacional: entornos laborales en destinos turísticos.
  • Sostenibilidad: operaciones con menor impacto ambiental, eficiencia energética y proveedores locales.

Conclusión

El coworking en México evoluciona de manera firme y estratégica. Su relevancia radica en ofrecer soluciones flexibles, eficientes y colaborativas que responden a las nuevas exigencias laborales. Su desarrollo, proyectado para seguir al alza, no solo transforma la manera de trabajar, sino que también impacta urbanísticamente y promueve una cultura más conectada, innovadora y enfocada en el bienestar.

Artículos relacionados